La Unión por el Mediterráneo (UpM; en árabe: الإتحاد من أجل المتوسط Al-Ittiḥād min ajl al-Mutawassaṭ, en francés: Union pour la Méditerranée, en inglés: Union for the Mediterranean) es una organización intergubernamental formada por un total de 43 Estados miembros de Europa y de la cuenca mediterránea.
Tiene como finalidad promover la estabilidad y la integración en toda la región mediterránea.
Su objetivo principal es mejorar la integración norte-sur y sur-sur en la región mediterránea para así potenciar el desarrollo socioeconómico de los diferentes países que la componen y asegurar su estabilidad.
Con dicho fin, se dedica a identificar y a apoyar proyectos e iniciativas de carácter regional de diversa envergadura que aprueba tras una decisión consensuada entre los 42 países miembros.
Se presentó como una nueva fase del Partenariado Euromediterráneo con nuevos miembros y una mejor arquitectura institucional destinada a "mejorar las relaciones multilaterales y la coapropiación del proceso, fijar una gobernanza basada en la igualdad y que se traduzca en proyectos concretos que resulten más visibles para la ciudadanía.
Francia y Egipto fueron los primeros países en ocupar dicha copresidencia.
Asimismo, las normas establecen la presencia de la Liga Árabe en todas las reuniones.
[10] Ahora bien, el 20 de mayo, la copresidencia formada por Egipto y Francia, junto con España, decidieron posponer la cumbre en un movimiento que, según se afirmó, pretendía ofrecer más tiempo para las conversaciones indirectas entre Israel y la Autoridad Palestina, que se habían iniciado ese mismo mes.
Desde entonces, Francia había estado firmando acuerdos con las distintas presidencias rotativas de la UE (República Checa, Suecia y España) con el objetivo de mantener la copresidencia junto con Egipto.
[12] Por su gravedad, el conflicto árabe-israelí ha sido el que ha afectado en mayor medida a la Unión por el Mediterráneo.
En la Reunión Ministerial Euromediterránea sobre Agua, celebrada en abril de 2010 en Barcelona, no se llegó a aprobar la estrategia sobre el agua por una discrepancia de tipo terminológico puesto que no se llegó a un consenso sobre si referirse a los territorios reclamados por palestinos, sirios y libaneses como "territorios ocupados" o bien "territorios bajo ocupación".
[16] El mismo conflicto fue el detonante para que se cancelaran otras dos reuniones ministeriales sobre educación superior y agricultura.
En septiembre, el presidente estadounidense Barack Obama fue invitado a la cumbre con este objetivo.
[18] El 15 de noviembre, las dos copresidencias, junto con España, decidieron postergarla sine die, aduciendo que el estancamiento del proceso de paz en Oriente Medio impediría una "participación satisfactoria".
En septiembre de 2010, el embajador de la Unión Europea en Marruecos, Eneko Landaburu, afirmó que "no creía" en la Unión por el Mediterráneo, dado que, en su opinión, la división entre los árabes "no permitía implementar una política interregional sólida", por lo que abogaba por abandonar este proyecto ambicioso constituido por 43 países y centrarse en las relaciones bilaterales.
La MedCOP Clima 2016 constituyó un foro en el que se presentaron diversos proyectos e iniciativas que, con el apoyo de la UpM, contribuían a formular la agenda mediterránea en materia del clima, la cual incluía crear una red mediterránea de jóvenes que trabajaran en cuestiones relativas al clima, el Comité Regional para la Cooperación en Financiación Climática, lograr una financiación más efectiva para los proyectos climáticos de la región, y lanzar la Universidad UpM de la Energía de Schneider Electric.
[47] Por otra parte, se preparó un informe siguiendo el mandato formulado en la Declaración Ministerial de la UpM de París sobre el Fortalecimiento del Papel de la Mujer en la Sociedad, que instaba a "establecer un mecanismo efectivo de seguimiento en tanto que foro euromediterráneo y garantizar un diálogo eficiente sobre políticas relacionadas con las mujeres, así como su integración en la legislación y su implementación".
[54] En primavera de 2018, el diplomático egipcio, Nasser Kamel, fue elegido Secretario General.
El principal valor añadido de la UpM radica en la interrelación creada entre la dimensión política y su traducción operativa en proyectos concretos sobre el terreno, que a su vez sirven como sustento para definir políticas que resulten relevantes para la zona con un enfoque que engloba a múltiples actores clave.
[67] Para 2015, el Secretariado General de la UpM había aprobado 13 proyectos con los que abordar los retos que suponen la inserción laboral de los jóvenes y el crecimiento inclusivo.
En el marco del mandato político y de las prioridades expresadas en los diálogos regionales, dichos proyectos están dirigidos a unos 200 000 beneficiarios, sobre todo jóvenes, e involucran a más de 1000 pequeñas y medianas empresas privadas.
De dichos proyectos se espera que generen un gran impacto socioeconómico en toda la región, en cuestiones que abarcan la acción contra el cambio climático, las energías renovables, el transporte, el desarrollo urbano, el agua, la economía azul y el medio ambiente.
Cada país tiene igual peso en las votaciones y todas las decisiones se toman por consenso.
Junto con estas reuniones, la UpM celebra otras, entre las que cabe destacar las reuniones ministeriales, que definen la agenda mediterránea sobre cuestiones específicas como pueden ser el medio ambiente y el cambio climático, la economía digital, el papel de la mujer en la sociedad, el transporte o la industria.
[80] La función del Secretariado General permanente consiste en proporcionar un seguimiento operativo de las reuniones ministeriales sectoriales, identificando y supervisando la implementación de proyectos concretos para la región euromediterránea, buscando socios que financien dichos proyectos y coordinando las diversas plataformas de diálogo.
En lo que respecta a los participantes provenientes de los países socios del Mediterráneo, estos son representantes de las autoridades locales y regionales nombrados por sus respectivos gobiernos nacionales.
[88] La Fundación Anna Lindh para el Diálogo entre Culturas, con sede en Alejandría, en Egipto, fue fundada en abril de 2005.
En tanto que plataforma de diálogo y cooperación, la Unión por el Mediterráneo entabla asociaciones estratégicas con organizaciones de carácter global, regional y subregional.
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