Siempre en su existencia estuvo en la oposición y fue muy crítico con los gobiernos holandeses coetáneos.
Ya en la posguerra se une a La Liga Democrática por la Libertad de Pensamiento y el Partido Socialdemócrata de los Trabajadores (Países Bajos) para formar el Partido del Trabajo (Países Bajos).
Aunque éxmilitantes fundarían el partido socialista pacifista a mediados de los 50.
Sus principios están basados en el pensamiento del teólogo Karl Barth.
También fue pionero en pedir acciones contra la contaminación y era contrario a la pena de muerte.