La Unión Ciudadana, también conocida como Acción Ciudadana, fue una milicia de voluntarios, «guardia cívica» rompehuelgas,[1] creada en 1919 en Madrid para combatir las reivindicaciones del movimiento obrero, llegando a emplear la violencia.
[2] Eduardo González Calleja y Fernando del Rey Reguillo identifican sus planteamientos y práctica como próximos al fascismo y a la derecha radical.
[3] Legalizada en octubre de 1919, aunque su creación se venía larvando con meses de anterioridad,[4] fijó su domicilio social en la calle de Carretas,[5] que después se trasladó al número 6 de la calle de Campomanes.
[6] La Unión Ciudadana, que denunciaba el sistema de partidos y los intereses de clase, llamaba «minorías delincuentes» a los sindicatos socialistas madrileños.
[7] Fuertemente criticada desde El Socialista, encontró respaldo en El Debate y La Acción.