En esta versión, aparecen el propio Georges Méliès, su hermano Gaston y su hija Georgette.
La película muestra una escena típica de una tarde en un jardín francés.
Tres hombres están sentados en una mesa, dos de ellos jugando a las cartas, mientras que el tercero fuma y lee un periódico.
Una partida de cartas se le suele llamar como el primer remake en la historia del cine.
En 1897, Leopoldo Fregoli dirigió una segunda versión coloreada, publicada bajo el mismo título.