Una bala marcada es una película del año 1972 dirigida por el cineasta español Juan Bosch, y protagonizada por Peter Lee Lawrence.
Fue el penúltimo western que protagonizó este gran actor antes de morir prematuramente.
Pronto, Arizona traba amistad con Duffy (Roberto Camardiel), un borrachín cuyo hermano murió asesinado por Styles, quien en breve se casará con la sobrina de Duffy: Catherine (Maria Pia Conte), hábilmente engañada por el asesino de su padre.
Desde el principio, el recién llegado Arizona no dudará en enfrentarse a los sicarios de Styles, cambiando progresivamente el orden de las cosas.
Bajo su apariencia socarrona, Arizona esconde un propósito de venganza.