Los reactores UASB (del inglés Upflow Anaerobic Sludge Blanket), también conocido como RAFA (reactor anaerobio de flujo ascendente) son un tipo de biorreactor tubular que operan en régimen continuo y en flujo ascendente hacia arriba, es decir, el afluente entra por la parte inferior del reactor, atraviesa todo el perfil longitudinal, y sale por la parte superior.
Son reactores anaerobios en los que los microorganismos se agrupan formando biogránulos.
En los sistemas anaerobios de flujo ascendente, y bajo ciertas condiciones, se puede llegar a observar que las bacterias pueden llegar a agregarse de forma natural formando flóculos y gránulos.
La turbulencia natural causada por el propio caudal del influente y de la producción de biogás provoca el buen contacto entre agua residual y fango biológico en el sistema UASB.
Sin embargo, el efluente de los reactores UASB normalmente necesita un tratamiento posterior, para lograr degradar la materia orgánica remanente, nutrientes y patógenos.
El proceso UASB fue inventado a mediados de los 70 en la Universidad de Wageningen (Holanda) por un equipo dirigido por el doctor Gatze Lettinga y se aplicó por primera vez a escala industrial en una industria azucarera alemana.
Los gases producidos bajo condiciones anaerobias provoca la recirculación interna, lo que ayuda en la formación y mantenimiento de las partículas biológicas, sobre las cuales algunas partículas de gas se adhieren.
El proceso UASB se puede aplicar a una amplia variedad de aguas residuales industriales.
El fango granular constituye el corazón de la tecnología UASB y EGSB.
En la siguiente capa están localizados organismos productores y consumidores de hidrógeno, en una asociación simbiótica.
Aunque se ha prestado mucha atención a esta etapa, el lavado de los microorganismos es la etapa más crucial del proceso, ya que facilita el crecimiento de los pellets retenidos (los más pesados).