Cuando esto sucede la dirección puede llevarlos a un sitio alternativo propiedad de un cybersquatter.Hay muchas diferentes razones por las que un typosquatter pueda llegar a utilizar esta clase de engaño.[3] Usuarios que intentaban visitar el sitio web del famoso juego de navegador Agar.io eran suceptibles de cometer un error tipográfico en la URL lo cual los llevaba a agor.io.Visitar el sitio producía un Susto repentino del famoso creepypasta Jeff the Killer.[4] El demandante debe demostrar que el nombre del dominio registrado es idéntico o similar al de sus marcas y que el nombre del dominio está siendo usado de mala fe.