La turacina es un pigmento rojo natural que se encuentra formando un complejo de cobre al 6% con la uroporfirina III.
[2] Arthur Herbert Church descubrió la turacina en 1869.
[4] Otras aves obtienen la coloración de sus plumas por los carotenoides o feomelaninas.
La gran estabilidad de la turacina y dado que el cobre de la turacina no reacciona con proteínas, Keilin concluyó que es difícil visualizar a un complejo de cobre (II) con porfirina actuando como un grupo prostético de óxido reductasas o citocromos.
La turacina no fue afectada por bacterias (Bacillus subtilis), mohos (Penicillium notatum y Aspergillus niger) o a través del hígado de rata después de administración paraenteral.