La Tumba-Isla es una supuesta estancia de dimensiones desconocidas que poseería una «isla» en el centro y un canal hasta el Nilo.
Historiadores como el griego Heródoto afirmaron haber oído hablar de ella y otros como el romano Plinio el Viejo las recogen por otras fuentes.
[2] En 1963 J. Bruchet estudia el fenómeno según el cual conversaciones mantenidas en una cámara son escuchadas en otra, por lo cual concluye que era posible lo descrito por Heródoto y realiza la siguiente afirmación:
Con el permiso correspondiente realizó una perforación en el suelo y no halló la roca madre sobre la que se asienta la Gran Pirámide, sino una oquedad.
Detectó un pozo que bajaba desde la Cámara de la Reina introduciéndose en la roca madre, confirmando así las investigaciones llevadas a cabo por Messiha.