Los tuis machos pueden llegar a ser extraordinariamente agresivos y se enfrentan al resto de aves (grandes o pequeñas) que penetren en su territorio o con otros tuis que intenten disputarles alguno de sus árboles favoritos: entonces el tui yergue su cuerpo para aparentar un tamaño mayor e intimidar a su rival.
No obstante, no corre peligro de extinción, su pervivencia parece segura, e incluso ha repoblado ciertas zonas en las que se ha abandonado el uso ganadero y se ha recuperado la vegetación original.
Entre los mayores predadores del tui se encuentran los armiños, las ratas o los estorninos (estos últimos compiten con los tuis por los alimentos y a veces comen sus huevos).
El tui vive en zonas boscosas y también en manchas de vegetación cercanas a centros urbanos.
Normalmente se le ve solitario, en pareja o en pequeños grupos familiares, nunca en bandadas, aunque es posible que se congregue un gran número de ejemplares en fuentes abundantes de comida, junto a otras aves como el zosteropo de lomo gris, el korimako o la paloma neozelandesa.