En estos casos se pueden conectar varios tubos en serie, con distinto cometido.
Las reacciones que deben ser calentadas, o que desprendan gases, nunca deben realizarse en recipientes herméticos o sellados pues un exceso de presión podría romper el recipiente.
Los tubos de secado son generalmente instalados en la parte superior del condensador de reflujo,[3] permitiendo que la presión pueda ser liberada, mientras que se elimina la humedad atmosférica.
Los tubos de secado se utilizan a menudo en aplicaciones poco exigentes, como por ejemplo en síntesis orgánica.
Mientras que la reacción se realiza a menudo a temperatura ambiente, el disolvente empleado, generalmente dietiléter volátil o tetrahidrofurano ya es capaz de desplazar el aire directamente, por lo que las medidas adicionales para excluir la humedad atmosférica son menos importantes.