Lo inventó el ingeniero francés Henri Pitot en 1732[1] y fue modificado por Henry Darcy en 1858.
[2] Se utiliza mucho para medir la velocidad del viento en aparatos aéreos y para cuantificar las velocidades de aire y gases en aplicaciones industriales.
A este fin se instalan tubos de Pitot en el fuselaje.
Su robusta construcción les permite ser insertados en condiciones de temperatura y presión extremas.
Se ofrecen sondas de Pitot que soportan entre −250 °C y 1300 °C.