La copa es compacta y piramidal, que crece hasta 8 m de ancho.
La corteza es gruesa, de pardo rojizo y se va fisurando entre las crestas escamosas.
Las ramas son rígidas y usualmente horizontales, pero a menudo ligeramente caídas.
Cuando están totalmente abiertos, sus escamas se encuentran en ángulo recto o flexionados respecto al eje central.
Esto significa que los arbustos y otras plantas pueden crecer más fácilmente por debajo de la caroliniana.