En Tru-la-lá dieron sus primeros pasos dentro de la música varios artistas reconocidos como: "Marito" (Mario Gutiérrez), Gary, Javier la "Pepa" Brizuela, Cristian Abel Amato, Pablo Ravasollo, Claudio Toledo, Jean Carlos, Ale Ceberio, Sandro Gómez, entre otros.
La historia de Tru-la-lá está íntimamente ligada a Manolo Canovas, alias Manolito, su fundador y alma mater.
Canovas rearma una vez más el combo y trae al dominicano Jean Carlos para que cante junto a Sandro Gómez.
Tras grabar los tres discos mencionados, sorpresivamente Jean Carlos abandona Trulalá y se lanza como solista, obteniendo gran éxito gracias a su paso por dicha banda.
Así formada, Tru-la-lá sigue produciendo éxitos como "Una lágrima un suspiro", "Mi problema" o "El baile del Kikiki".
Fue la primera vez que el grupo quedaba sin su alma mater, y la conducción fue asumida por personas cercanas a Manolito.
Los bailes y las nuevas canciones siguieron dándose, pero la ausencia del gran líder fue motivo para conflictos entre quienes querían dirigir la empresa Tru-la-lá.
Cristian Abel Amato siguió el camino de tantos excantantes, al abandonar Tru-la-lá y fundar su propia banda: La Fiesta.
Alejandro Ceberio quedó como la única voz de la banda cuando el otro cantante, Pablo Ravassollo, falleció en un accidente automovilístico.
En ese año Tru-la-lá celebró sus 25 años con un gran baile en el club Sociedad Belgrano, del cual se editó un disco titulado "25 Vivo's".
En esta nueva etapa de Trula, la banda quedó conformada con Mauri, Eze, Pablo Mansilla y Tomás Soria, cuatro voces que seguirán haciendo historia en el circuito musical.