Tripartito catalán

Convergència i Unió obtenía 46 escaños y completaba el panorama político el PPC, que pese a una leve subida, perdía la influencia que había tenido en las dos anteriores legislaturas al no sumar mayoría con CiU debido a la fuerte caída de esta.

Después de negociaciones clave tanto con Convergència i Unió como con el Partit dels Socialistes sobre asuntos como la nueva financiación autonómica o el nuevo Estatuto de autonomía, la fórmula elegida fue finalmente la segunda.

Asimismo, el 22 de diciembre, los dieciséis consejeros del nuevo Gobierno catalán tomaban posesión.

Por su parte, Josep Lluís Carod-Rovira tomó posesión como nuevo Conseller en cap, en sustitución del convergente Artur Mas.

El presidente del Parlamento catalán, Ernest Benach, lo entregó al Congreso de los Diputados.

Carod, que se defendió diciendo que él sólo había ido honradamente a intentar avanzar hacia la paz por medio del diálogo, admitió haberse equivocado en las formas y presentó su dimisión al Presidente de la Generalidad, que este aceptó tras la presión del candidato a la presidencia del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero.

Al poco tiempo, el también republicano Josep Bargalló fue nombrado nuevo consejero jefe de la Generalidad.

Ante esta situación, CiU prometió garantizar la estabilidad del Gobierno catalán hasta que se celebraran los comicios.

Esta reforma otorgó a Cataluña mayores competencias y reforzó su estatus dentro de España.

ERC, con una agenda claramente independentista, a menudo entraba en conflicto con el PSC, que mantenía una postura más moderada.

Estas tensiones se manifestaron en debates sobre la política de autonomía y las prioridades del gobierno.

Artur Mas, de Convergència i Unió (CIU), ganó las elecciones y formó un gobierno en solitario.

El bloque independentista, que había sumado mayoría desde 2012, no logró revalidarla en estas elecciones.

[16]​ También el entonces presidente de la Generalidad, Pere Aragonès, dimitió, lo que intensificó la crisis interna.

[22]​ Tras el pacto ERC-PSC, a Salvador Illa aún le quedaba convencer al tercer partido del tripartito, los Comuns, que fueron los que causaron la caída del gobierno de ERC al no apoyar sus presupuestos.

[23]​ El día 3 de agosto, los socialistas llegaron a un acuerdo con los Comuns para la investidura.

[25]​ Por ello, las juventudes convocaron un consejo nacional extraordinario para discutir si la diputada apoyaba o no a Illa.

[35]​ Después de Batet, el líder del Grupo Parlamentario Vox, Ignacio Garriga, tomó la palabra.

El penúltimo grupo en tomar la palabra fue el Grupo Mixto, con la líder de Aliança Catalana como portavoz, quien dio un discurso muy duro tanto a los partidos no independentistas como a los independentistas, acusándolos a todos de facilitar la «invasión» que sufre Cataluña, además del islamismo radical que ha dejado las «calles de Cataluña irreconocibles».

Finalmente, Salvador Illa pronuncia un discurso antes de que los diputados procedan a votar en orden alfabético.

A las 9:00 de la mañana, Puigdemont llegó al Arco del Triunfo, donde lo esperaban sus seguidores.

[42]​ El líder de Junts+ dio un breve discurso donde finalizó con la frase «no sé cuándo nos volveremos a ver».

[50]​ Otros dos nombres se dieron a conocer, pero esto ocurrió después de que Illa fuera investido presidente.

[83]​ Luego de la investidura del socialista Salvador Illa como presidente, y al no poseer este las competencias para llevar a cabo esta reforma, comenzó una negociación entre el gobierno central, dirigido por el también socialista Pedro Sánchez, y las diferentes Comunidades Autónomas (la mayoría gobernadas por el Partido Popular), que se oponían a esta salida de Cataluña del "sistema común", ya que rompería “la igualdad de todos los ciudadanos españoles”.

[87]​ El acuerdo alcanzado entre la formación de Salvador Illa y la formación heredera de ICV, liderada en el parlamento por Jéssica Albiach, se centró en tres ejes fundamentales: vivienda, salud y medio ambiente.

Este pacto, que llevó a ERC al poder de la Diputación, se alcanzó con el PSC y la CUP.

A pesar de ello, consiguieron terminar la legislatura y sacar varios proyectos adelante.

En cambio, Ada Colau volvió a pactar con el PSC, pero al no sumar estos dos últimos partidos, la alcaldía recaería en la fuerza más votada (ERC).

La coalición entre GBeC y ERC logró conservar la segunda plaza; lo propio hizo el PSC, que quedó tercero como en las anteriores elecciones, aumentando su número de votos pero no de escaños.

Este pacto, como muchos otros en ayuntamientos, se llevó a cabo en el mismo año que la investidura de Pascual Maragall.

El gabinete de José Montilla en el año 2006.
José Montilla hace el traspaso del cargo a Artur Mas .
El TSJC el día del regreso de Puigdemont con un fuerte dispositivo policial.
Carles Puigdemont en el Arco del Triunfo.
El Presidente Pere Aragonès se reúne con el Presidente electo, Salvador Illa en la Generalidad.
El acto de posesión en el Salón Sant Jordi de los Consejeros.
La investidura de Ada Colau como alcaldesa en el año 2015.
Dolors Sabater el día 13 de junio tras la investidura, con el bastón de mando.