En los inicios de la historia del cine, las películas con trucos eran cortometrajes mudos diseñados para presentar efectos especiales innovadores.
[4] Las "novedades de trucos", como los británicos a menudo llaman a las películas con trucos, recibieron una gran popularidad en el Reino Unido, con Robert W. Paul y Cecil Hepworth entre sus practicantes.
Sin embargo, el interés británico en las películas con trucos estaba generalmente en declive en 1912, e incluso una producción elaborada como La conquista del polo de Méliès fue recibida con relativa frialdad.
En cambio, las películas con trucos crean ilusiones utilizando técnicas cinematográficas.
[8] Las películas con trucos generalmente transmiten un humor vivaz, creado no tanto por bromas o situaciones cómicas como por el capricho enérgico inherente a hacer que eventos imposibles parezcan ocurrir.