Sobre la base de eso, ella moldea toda una vida en su realidad imaginaria, en la que viaja por el mundo, se enamora y tiene una hija.
También se presenta al galán, que tendrá repercusión más adelante en la obra, y a otros personajes secundarios: el hombre cúbico, la reina bizantina, y el demonio.
En el primer cuadro, aparece Rocambole, quien le da la noticia a la criada sobre su herencia de trescientos millones.
En el segundo cuadro, Sofía utiliza su herencia para realizar un viaje en barco.
Sofía y Rocambole presencian el trato que un hombre, apodado "Compadre Vulcano", le da una chica de unos doce años llamada "Cenicienta", apodo dado por trabajar en una mina de carbón.
Se ve cómo la protagonista intenta renunciar a su realidad, no acudiendo al llamado del timbre de servicio, y prefiere vivir en su fantasía.
La criada vive de nuevo con su hija, que ahora tiene veinte años.