Son pequeñas centrales que se alimentan de las aguas de alta montaña y que venden el excedente a la red eléctrica francesa.
En 1909 se produjo un accidente que mató a seis personas y al ingeniero Gisclard, que da nombre al único puente colgante del recorrido, el Pont Gisclard, de 222 m de longitud, sostenido por cables y una luz entre pilares de 156 m, con 80 m de altura sobre el río.
La línea no se renovó hasta los años ochenta del pasado siglo.
El recorrido, que tiene una pendiente del 6 por ciento en su primera mitad, comprende 19 túneles y dos viaductos considerados monumentos históricos, el puente Séjourné y el puente Gisclard.
Todavía circulan los antiguos trenes Z100 con que se inauguró la línea, en coexistencia con los modernos Z150, también pintados de amarillo.