Los rivales acordaron finalmente repartirse el ducado, a la sazón bajo ocupación sueca, en la Paz de Westfalia (1648), y el Tratado de Stettin definió la frontera entre las dos partes en que se dividió.
Suecia había ocupado el Ducado de Pomerania en 1630, durante la contienda.
Las situadas al este (Pomerania Central) pasaron a poder de Brandeburgo.
[5] La retirada sueca de la Pomerania central se completó el año siguiente.
Pomerania era el mayor territorio sueco del Sacro Imperio Romano Germánico.