Tratado de Melno

[2]​ La disputa fue dirimida en el Concilio de Constanza por Segismundo, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.

[3]​ Los Caballeros Teutónicos, dirigidos por el Gran Maestre Paul von Rusdorf, no pudieron organizar una defensa adecuada.

Según los términos del tratado, los Caballeros Teutónicos renunciaron por primera vez a todas sus reclamaciones territoriales, políticas y misioneras contra el Gran Ducado de Lituania, que incluía Samogitia, que fue cedida permanentemente a Lituania.

[7]​ Sin embargo, Lituania no logró desarrollar puertos en Palanga o Šventoji, ya que existía una dura competencia con los cercanos puertos establecidos de Memel y Libau (Liepāja)[8]​ y unas condiciones naturales desfavorables.

[9]​ Para los Caballeros, esta corta franja costera suponía un gran sacrificio, ya que los separaba de su rama en Livonia.

[5]​ El Gran Maestre Rusdorf intentó aprovechar el receso para renegociar el tratado, ya que sus súbditos no estaban satisfechos con los términos.

[15]​ El tratado puso fin a la guerra entre los Caballeros Teutónicos y el Gran Ducado de Lituania, que había continuado con breves interrupciones desde el siglo XIII.

[16]​ Este acontecimiento fue bien recibido en Lituania, ya que le permitió dirigir su atención hacia sus territorios orientales y llevar a cabo reformas internas.

[3]​ Las regiones fronterizas de Samogitia y Suvalkija, devastadas por la guerra, empezaron a recuperarse.

El acuerdo trazó la frontera entre Prusia y Lituania de forma aproximada e imprecisa, lo que dio lugar a disputas locales por la demarcación.

El castillo del Comandante Teutónico en Nieszawa fue desvalijado como parte de los términos del tratado de paz.
Monumento conmemorativo del tratado en el pueblo de Mełno, Polonia