Tratado de Dover

Aunque no se sabe exactamente quién propuso por primera vez esta alianza entre dos países tradicionalmente enemigos, sabemos que ambas naciones habían discutido la posibilidad de estrechar lazos desde 1663.

Las negaciaciones no progresaron hasta 1669 cuando Carlos II supuestamente tuvo una reunión con algunos de sus consejeros.

En dicha reunión, Carlos anunció que quería convertirse oficialmente al catolicismo y con él todo su reino.

Aunque gran parte del trabajo para el futuro tratado lo había realizado Enriqueta Ana, los puntos definitivos del mismo se debieron a Henry Bennet y Sir Thomas Clifford.

Si el resultado de dicha guerra era favorable para los franceses, Inglaterra sería recompensada con varios puertos fluviales en la zona conquistada.