El acuerdo establecía las condiciones en las que se unirían los ejércitos y flotas de España, Francia y Batavia para combatir a las fuerzas de Gran Bretaña.
Fue seguido por la firma un mes después del acuerdo definitivo llamado Tratado de Aranjuez.
Los términos del convenio incluían:[2] El 21 de marzo[3] de 1801 fue firmado el acuerdo definitivo en Aranjuez por Manuel Godoy y Luciano Bonaparte.
Las condiciones establecidas en este nuevo tratado confirmaban las disposiciones del anterior, ampliándolas:[4] Este nuevo acuerdo sería ratificado por Carlos IV el 11 de abril de ese mismo año.
Aunque no quedó recogido en el tratado, la delegación francesa se comprometió a que en el caso de que Francia quisiera desprenderse de Luisiana, esta solo podría ser retrocedida a España y a ningún otro país.