Tratado de Adís Abeba

Este tratado reemplazó un acuerdo secreto entre Etiopía e Italia negociado días después de la decisiva Batalla de Adua en marzo del mismo año, en la que las fuerzas etíopes comandadas por Menelik II derrotaron a los italianos.

Además, los italianos habían estado invadiendo cuidadosamente el Territorio Etíope durante los meses transcurridos entre la firma de ese tratado en 1889 y cuando comenzaron las hostilidades en 1895.

Por otro lado, su victoria en Adwa dio como resultado que Menelik estuviera en posesión de 3.000 soldados italianos, así como de un gran ejército victorioso que se enfrentaba a los restos desmoralizados de los militares italianos en Eritrea, estos últimos temiendo ser arrojados al mar en cualquier momento.

Menelik había ido a la guerra para mantener la independencia de su Imperio, no para cambiar un amo por otro; según Harold Marcus, Menelik estaba tan enojado con esta oferta que exigió el regreso de su tregua secreta, diciendo que mantendría como rehén al Mayor Salsa hasta entonces.

Lo más sorprendente es que los italianos conservarían la mayoría, si no todos, los territorios más allá de los ríos Mareb-Belessa y May/Muni que habían tomado, Según los monárquicos abisinios, Menelik regaló una parte considerable de Tigray, que había sido tratado como parte del Imperio etíope desde tiempos inmemoriales.