Esta fue la primera acción del joven rey aragonés en política peninsular, la cual significaba una alianza entre el Reino de León y la Corona de Aragón en contra del Reino de Navarra.
El leonés debía defender al todavía niño Alfonso, quien a cambio debía casarse con su hermana Sancha.
Quedaba fuera de este pacto el Reino de Castilla, gobernado por el hermano de Fernando II: Sancho III.
[1] Sin embargo, posteriormente, el monarca aragonés prefirió cambiar de aliado optando por Castilla.
[2] El pacto supuso el inicio de nuevos enfrentamientos en la frontera entre Navarra y Aragón.