En el ser humano se puede encontrar en grupos de 1 a 4 cabellos, denominados unidades foliculares.
En esta técnica la zona donante es limitada ya que la poca elasticidad del cuero cabelludo no permite realizar más de dos o tres procedimientos.
El método FUE permite la selección de los folículos uno por uno, pudiendo elegir los necesarios dependiendo del lugar donde estos van a ser colocados.
La mayoría de las clínicas dedicadas a dicha labor coinciden en el uso imprescindible del microscopio estereoscópico para realizar este paso.
Implantación clásica manual: Bajo anestésico local el cirujano utiliza hojas muy pequeñas tipo bayoneta, agujas 18G, bisturí zafiro (la mejor opción es el bisturí de zafiro) para crear los orificios receptores (incisiones) que es donde se implantarán las unidades foliculares.
Implantación del cabello con técnica DHI (Direct Hair Implantation): a pesar de que es la técnica más moderna y progresiva en implantación del cabello es la que más lo maltrata (el folículo); los folículos pilosos se implantan uno a uno directamente, en el área de trasplante en una dirección, ángulo y profundidad específicos usando una herramienta especial llamada Implanters DHI, que proporciona unos resultados 100% naturales y una recuperación del paciente mucho más rápida, ya que no se requieren incisiones durante este procedimiento al contrario de la implantación manual.
Aunque según opiniones de cirujanos capilares, la unidad folicular se maltrata mucho utilizando este método.
Estos Keeps vienen calibrados según el diámetro del punch que utilizaste en la extracción (0,65mm; 0,70mm; 0.8mm; 0,9mm; 1mm; etcétera).
Con el trasplante de cabello FUE, cada unidad folicular individual se extrae del cuero cabelludo.
Nuevas técnicas para suturar, como el cierre tricofítico, producen cicatrices muy finas que se pueden ocultar incluso con el cabello corto.
En reducido número de casos, se puede presentar un fenómeno denominado “hair shock”, que es la pérdida transitoria en la calidad del cabello residual u original en la zona receptora.
Los laxómetros se utilizan para medir la flacidez (o más específicamente, la laxitud) del cuero cabelludo.
Por lo general, se recetan antibióticos posoperatorios para prevenir infecciones de heridas o injertos.