A grandes rasgos, podemos dividir el transporte de Madrid en público y privado.
Madrid posee también una amplia red de carriles bici, que facilita ciertas rutas (como el Anillo Verde Ciclista).
Cada cual tiene unas características distintas de precio, duración y áreas abarcadas.
Aparte, está el transporte no regular de personas, que tiene su máximo exponente en el taxi.
Dicha tarifa-precio es aprobada por los ayuntamientos de los que dependen los taxis.
La estación principal es Atocha-Cercanías, por la que pasan todas las líneas, excepto la ya mencionada C-9.
Por eso también la red de autobuses está ampliamente interconectada con los ferrocarriles.
En 2005 el aeropuerto movió 42 millones de pasajeros, con un crecimiento actual del 15%.
Es además uno de los más extensos e importantes del mundo.
Las terminales T1, T2 y T3 cuentan en total con seis zonas de embarque: A, B, C, D, E y F, que están unidas a las terminales.
La terminal T4 y su satélite, la T4S, están unidas mediante un tren automático subterráneo.
[9] En julio de 2018 comenzó a operar el cuarto carsharing, WiBLE, con 500 Kia Niro híbridos enchufables.
Madrid ahora cuenta con 316 kilómetros de vías ciclistas, 1.167 aparcabicis[14] y 76 líneas avanzabici[15] en los semáforos.