[1] En 1978 Francia disponía de un proyecto para construir un pequeño transbordador reutilizable, pero las dudas y los costes eran cuantiosos para la agencia espacial francesa.
Hasta entonces los europeos viajaban al espacio gracias a programas de colaboración con la NASA o con el programa espacial soviétio COSMOS, pero la dependencia de estas colaboraciones se consideraba inviable a largo plazo.
Por ejemplo, el laboratorio espacial había sido donado gratuitamente para conseguir plazas en los transbordadores norteamericanos.
Por todo ello, a principios de los años ochenta comenzaron los estudios preliminares, pero no fue hasta 1987 cuando el programa adquirió personalidad propia.
Se estudiaron varias alternativas y finalmente se optó por un avión con alas en forma de delta y con la propulsión mínima para maniobrar en órbita, siendo llevado hasta su órbita por un cohete Ariane 5 de nueva creación.