La trama de puntos con la cual se logran los degradados de color en los trabajos realizados en la imprenta actual fue un descubrimiento del ilustrador e impresor estadounidense Benjamín Day (1838-1916) quien buscaba un método para trabajar las luces y sombras en sus impresos.
Ben Day fue uno de los primeros ilustradores comerciales en aplicarlo con éxito, y su taller se hizo famoso.
Se pone la película entintada de este modo (el entintado hacia abajo) sobre el dibujo perfilado en metal, piedra o cartón, que es visible a través de la película transparente.
Sin embargo Ben Day no hizo este descubrimiento en solitario, simplemente encontró una aplicación industrial a los principios ópticos que habían descubierto durante el siglo XIX teóricos del color como el Dr. Jean Mile, John Ruskin y Michel-Eugene Chevreul -la obra de estos teóricos también repercutió en los pintores europeos de la época-.
El artista plástico Roy Lichtenstein basó parte de su obra –los cuadros más famosos- en estas revistas de cómics, quizá como un velado homenaje a Benjamín Day.