Esta típica cultura criolla guayanesa representa a las mujeres de clase media de los siglos XVIII y XIX, en su mejor versión del domingo, siempre vestidas de pies a cabeza.
Es una dama vestida elegantemente de pies a cabeza.
Normalmente son mujeres a las que no se les ve una onza de piel.
Lleva una enagua, una capucha, un lobo y guantes largos.
No usan su perfume habitual, compran pares de zapatos para la ocasión que no se van a volver a poner y no se mueven con su vehículo para permanecer en el anonimato.