Se encuentra construida con una magnífica sillería, que le ha permitido llegar a nuestros días.
El conjunto se halla asentado en una zona en declive, ocupando la torre la zona más alta y el palacio la que comienza a descender, lo que le da más altura al alzado.
Las fachadas presentan un aspecto muy similar a la torre del Condestable: ventanas gemelas centrales flanqueadas por saeteras, en este caso no solo por los lados, también por debajo.
Micaela Portilla, parece ser que la torre disponía de un poyal central en la planta baja.
Los dos forjados que se ven tenían girados 90° el orden de vigas y cabios.
La portada se adorna con un arco conopial enmarcado en arrabá, sustentado por medios pilares góticos, apoyados sobre basamentos altos y rematados por pináculos.
Además dispone de varias ventanas medievales transformadas posteriormente y convertidas en huecos rectangulares.
Parece que este recrecido en altura se fecha en el propio siglo XX.
La fachada sur, de la que solo se mantiene la del palacio, no presenta mayor interés que el resto del edificio, defendida por varias saeteras y ventanas geminadas como en otras fachadas.
El alzado sur del palacio, que daba al pequeño patio interior situado entre la torre y el mismo, debió tener una galería con arquería, de la que poco se conserva.