Se sitúa en lo que era el extremo suroeste de la muralla, encajonado en el barranco del Coquín, muy cerca del alcázar y junto al palacio del Infantado, y a su pie hoy se encuentra el parque de la Huerta de San Antonio, diseñado siguiendo la traza de un jardín árabe.
Tiene dos pisos, incomunicados entre sí y con accesos independientes aprovechando la diferencia de altura dada en la ladera del barranco.
Al piso inferior se accede por el lado oeste a pie de parque, por una puerta con doble arco.
Recibe el nombre de Álvar Fáñez porque, según la leyenda, fue por esta puerta por la que entró este lugarteniente de El Cid a conquistar la ciudad, aunque realmente la puerta y la torre se construyeron tres siglos después.
Por ella no llegaba ningún camino principal, sino que vigilaba la entrada del arrabal judío, situado extramuros.