La torma (en tibetano, གཏོར་མ Wy: gtor ma) es una expresión artística propia del budismo tibetano que consiste en figurillas o esculturas hechas de harina de cebada (tsampa) y mantequilla.
[3] La misma palabra torma ha pasado a denominar el concepto budista de desinterés, impermanencia y el camino del Bodhisattva.
[4] Generalmente, las tormas tienen una base cónica,[4] a la cual se agregan figuritas con forma de pétalos, discos, mandalas, puntos o llamas de fuego según el propósito que se le quieran dar.
Las tormas se dedican como ofrendas (tsog) a las Tres Joyas: Budha, Dharma y Sangha.
En el budismo, los ofrecimientos tienen como propósito crear un gran mérito y desarrollar la mente en el deleite del dar sin esperar nada a cambio.