Es una reconocida por formar la primera sociedad cultural femenina de Panamá denominada Club Ariel.
Ese mismo año fue nombrada maestra de la sección preparatoria del Colegio Secundario del Istmo para varones, dirigida por Nicolás Victoria Jaén y Melchor Lasso de la Vega.
Ocupó ese cargo hasta 1926, cuando ésta pasó a formar parte del Centro Amador Guerrero, con el nombre de Escuela República de Cuba.
Emprendió una campaña de propaganda entre las familias del barrio, que se mostraban refractarias a la enseñanza.
El trabajo resultó muy positivo, al pasar los años esta escuela se convirtió en un gran centro educativo con una mayor matrícula.