Tomás Lawson
Llegado a Argentina para seguir en la práctica del deporte de sus predilecciones, se alistó en el Córdoba Athletic Club, donde se jugaba críquet y fútbol, que por esa época, tenía sus instalaciones en Barrio General Paz, hoy está en Barrio Jardín Espinoza separado por una calle que actualmente lleva su nombre.Dos años actuó Lawson en el Athletic, motivando el alejamiento de esa entidad, desavenencias con el secretario, pasó entonces a Juniors, pero razones de idioma, no lo mantuvo mucho tiempo en esa entidad, sabía escasas palabras del castellano, y como no podía entenderse con sus nuevos compañeros, prefirió practicar fútbol, en los talleres del ferrocarril, pues estaba allí con su pares ingleses.En una oportunidad, el equipo ferroviario, concertó un match, con un elenco de "criollos" denominado "Infantiles", y que tenía por animador, al señor Darío Ortiz.La Secretaría de este cuerpo la desempeñaba, por aquel entonces, el señor Salvador Martínez, más tarde verdadera alma y nervio del club Belgrano.Ingresaron a la actividad oficial cumpliendo muy aceptable campaña, y en la temporada siguiente, lo sucedió en la presidencia del club, el señor J. M. Sánchez.El club en sus comienzos tuvo en el señor Arturo Hughes un gran animador y apoyo para Lawson, siendo también no menos eficaz dirigente.Con doña Regina tuvo 6 hijos, Thomas Oliver, Alberto, Guillermo, Florencia, Elena y Lucía [cita requerida], vivían en Pueblo Colón y se iban caminado cruzando baldíos hasta Barrio Jardín, "somos una familia grande, pero todos me salieron hinchas de Talleres hasta los huesos, no me falló ninguno, decía orgulloso".El recordaba "Mi padre, como buen inglés, era un tipo luchador y emprendedor, el fútbol era su pasión, yo recuerdo haberlo visto jugar en torneos barriales cuando tenía 50 años", agregando, "El viejo era un tipo impulsivo, una vez se trenzó en un bar con Husser, un conocido boxeador cordobés de la década del 40 y dicen que le dio una paliza bárbara, parece que estaba hablando mal de Talleres".