Entró en la Congregación del Santísimo Redentor e hizo sus votos perpetuos el 2 de agosto de 1928.
Enviado a la República Dominicana como misionero redentorista, fue a trabajar a Las Matas de Farfán, municipio de la provincia San Juan de la Maguana, en la región sur del país.
Reilly como primer presidente de Cáritas Dominicana.
Su episcopado se caracterizó por ser un pastor celoso, bondadoso y caritativo con los más pobres y necesitados.
Sus restos fueron traídos y sepultados en la Catedral San Juan Bautista de San Juan de la Maguana, donde reposan en la actualidad.