Toloríu

Una cueva de misterio y leyenda: Se cuenta que desde el otro la lado del valle, quizá de Ansovell, se veía ropa extendida junto a la entrada de la cueva, pero cuando alguien se acercaba, la ropa desaparecía y rondando por la entrada se veían mujeres desconocidas -les Encantades-.El castillo tributaba a los condes de Cerdaña y defendía la entrada a la comarca conjuntamente con los de Bar y Aristot, todos mirando hacia el Alto Urgel.María Xipaguazín Moctezuma murió en 1536 y recibió sepultura en la misma iglesia de San Jaime.No quedan, sin embargo, restos de esta tumba.En la parte alta del pueblo, sobre una plana de roca calcárea se encuentra la pequeña ermita del Roser, construida allá por los años 1645 impulsada por el rector Pere de Cava, en su interior se conservan unas pinturas tan antiguas coma la misma ermita con representación de la gesta del barón Grau en tierras de la Nova Hispania, incluyendo indígenas y barcos con soldados.
Placa a Xipaguazin Moctezuma y Juan de Grau en la iglesia de Toloríu