El tocado francés es un adorno femenino para la cabeza que se hizo muy popular en la Europa Occidental en el siglo XVI.
Es similar al kokoshnik ruso, aunque ambos tocados no están relacionados.
El tocado francés siempre dejaba la parte frontal del cabello a la vista.
Fue ignorado (y rechazado por despecho) por su sucesora Juana Seymour, pero volvió a ponerse de moda tras su muerte.
El tocado francés se compone de varias partes, colocadas en capas: