Pese a su procedencia española, Catalina se acostumbró a llevar la cofia Gable, aunque de una manera mucho más moderna y favorecedora que aquella en que la llevaban la madre y la abuela de su esposo.
La nueva reina llevaba las orejeras dobladas a la altura de la barbilla y la cofia ricamente decorada, al igual que sus damas.
En cuanto a los velos, los retratos muestran cómo algunas mujeres los dejaban caer al natural mientras que otras se los recogían, dándole al tocado un aspecto de capucha puntiaguda, como se ve en dos retratos que se supone representan a Ana Bolena, segunda esposa de Enrique VIII, o en el retrato de la reina Juana Seymour, tercera esposa de Enrique VIII.
Parece que ni Ana de Cléveris ni Catalina Howard (cuarta y quinta esposas de Enrique VIII, respectivamente) decidieron llevar estos tocados, puesto que no han sido retratadas con ellos.
Dos damas de esta casa, Anne Cressacre y Cecily Heron, llevan el tocado intermedio.