Provocan un prurito intenso al hozar en la piel con sus quelíceros y secreciones proteolíticas.
Otros nombres con los que se conocen son coloradilla, tlalzahuate o pinolillo, ladilla (no hay que confundirlos con los piojos púbicos que también reciben este nombre), mismís o mismises, coquita, yaya, puca, piojitos de cigarra, baiburín, mojosa, etcétera.
Aunque generalmente sólo molestan, algunas especies pueden transmitir el tifus bajo ciertas condiciones.
Las larvas son normalmente naranjas o rojas en color con sólo seis patas, pero desarrollan ocho en su fase de ninfa.
Después de succionar los jugos celulares, lo que puede durar varios días, caen y se desarrollan en tres etapas de ninfa para convertirse totalmente en ácaros adultos.