Tlalocan

Tlalocan (del náhuatl: tlālōcān ‘el lugar del néctar de la tierra’‘tlalli, tierra; octli néctar; can, lugar’) en la mitología mexica, es el paraíso regido por Tláloc, dios del rayo, de la lluvia y de los terremotos, y está situado en la región oriental.Se menciona que de este lugar procedía el agua benéfica y necesaria para la vida en la tierra.Según la cosmogonía mexica, las personas que morían fulminadas por un rayo, ahogadas o por hidropesía iban a morar a este paraíso.[1]​ Este paraíso ubicado del lado oriental del Universo era el que recibía a todas aquellas personas que fallecían fulminadas por un rayo, ahogadas o por hidropesía, aunque también socorría a los leprosos, pues se consideraba que de ahí salía el agua beneficiosa y necesaria para la vida en la tierra misma, que servía para curar a todo aquel que lo necesitara en la muerte.Según el padre Bernardino de Sahagún, el Tlalocan era descrito por los mexicas como un lugar lleno de felicidad, en donde había toda clase de árboles frutales, maíz, frijol y chía.
Mural de Teotihuacán que describe al paraíso Tlalocan.