Un tintinábulo (del latín tintinnabulum, campanilla) es una insignia que la Santa Sede concede a aquellas iglesias a las que eleva a la dignidad de basílica, consistente en un pequeño campanario que figura en la procesión del Corpus Christi y otras solemnidades.
Junto con el conopeo, se sitúa en el altar mayor como símbolo de la dignidad papal y muestra de la unión con el romano pontífice.
[1] El tintinábulo consta de un estandarte con la imagen del santo titular que remata en la parte superior en una campanilla y coronada por la tiara papal y las llaves de san Pedro.
Hoy en día, la normativa vigente sobre las basílicas no se pronuncia en ningún momento sobre el derecho a utilizar el canopeo y el tintinábulo, ya que actualmente no existen litúrgicamente.
[2] En la Edad Media, el tintinábulo tenía la función práctica de anunciar al pueblo de Roma la proximidad del papa durante las procesiones.