La contribución de la Armada al programa GPS siguió centrada en conseguir relojes cada vez más precisos.
[1] Hay una conexión histórica entre la conservación de la hora exacta, la navegación y la Armada.
En 1714 el gobierno británico aprobó la Ley de longitud (véase Premio longitud ) para crear un incentivo para resolver el problema de la navegación marítima.
La solución, desarrollada por John Harrison, fue un reloj cuidadoso que podía conservar la hora local de Greenwich, hora de Inglaterra.
Esta se mantiene en sincronía con la hora de referencia oficial civil mantenida por el NIST y contribuye a la Hora Atómica Internacional.