Este ha sido el lugar elegido por la comunidad entre las altas cumbres para honrar a la Madre, la Virgen de los Remedios y levantar el Santuario Andino.
Suaves lomajes, el Cerro Marqués y pequeños cañones de rocas volcánicas labradas por el viento y el agua completan un paisaje único.
Esta tierra, desde tiempos muy antiguos, ha sido una estancia de la comunidad siempre vinculada con la vida ganadera y de pastoreo en torno a los camélidos.
Aunque en el sector no existen reportes sobre la ocupación humana previa a la construcción del templo, algunos elementos dan ciertas pistas sobre su pasado.
Previo a la Guerra del Pacífico (1879-1884) existía una población productiva que vivía en la precordillera, y que corresponde a los ancestros de los actuales habitantes de Arica.