Este trágico hecho perseguiría a Thomas Sopwith por el resto de su vida.
Utilizó el premio para abrir la Escuela de Vuelo Sopwith en Brooklands.
La compañía produjo más de 18.000 aviones durante la Primera Guerra Mundial para las fuerzas aliadas, incluyendo 5.747 del famoso caza monoplaza Sopwith Camel.
Sopwith fue el presidente de la nueva firma, Hawker Aircraft.
No ganó la Copa, pero se convirtió en leyenda cuando estuvo cerca de hacerlo en 1934.
[4] Durante la Segunda Guerra Mundial fue requisado por la Royal Navy para transportar suministros para los barcos amarrados en la entrada de Strangford Lough.
En 1946 fue consumido por un incendio y se hundió en Ringhaddy Sound, al fondo de Strangford Lough.
La entrevista se publicó en Voices in Flight ("Voces en Vuelo", Pen & Sword Books, 2006).