Participó en una expedición a Terceira y las Islas Canarias.
Durante la expedición a las islas Canarias, para sobrellevar el tedio del viaje, compuso su cuento en prosa al estilo de Philip Sidney Rosalinda: El legado dorado de Euphes, impreso en 1590 y que ayudó a Shakespeare en Como gustéis.
Su obra más destacada fue la que escribió con Robert Greene: El espejo de Londres (1594).
A principios del siglo XVII, sus obras se vuelven más serias, traduciendo a Josefo (1602) y a Séneca (1614), además de escribir un Tratado sobre la plaga (1603), y un manual popular, que quedó sin publicar, sobre Medicina doméstica.
Parece que dejó Inglaterra en 1606, para escapar de la persecución contra los católicos; y una carta datada en 1610 agradece al embajador francés en París que le permitiera regresar con seguridad.