Theresa Knorr

Theresa Jimmie Francine Cross, conocida como Theresa Knorr por su segundo matrimonio (Sacramento, California, Estados Unidos; 12 de marzo de 1946), es una convicta estadounidense que adquirió fama mundial debido a las múltiples torturas propinadas contra sus hijos, sobre todo a quienes asesinó (en este caso dos de sus hijas mayores).

Theresa fue sentenciada a dos cadenas perpetuas consecutivas, pudiendo ser elegible para obtener la libertad condicional en 2027.

Theresa se enfureció y disparó a Sanders por la espalda con un rifle cuando salía por la puerta.

Tras el divorcio, Robert intentó ver a sus hijos, pero Theresa se lo impidió.

Theresa Knorr abusaba física, verbal y psicológicamente de sus hijos, comportamiento que se intensificó tras su cuarto divorcio.

Según los vecinos, el apartamento de Sacramento estaba sucio y olía a orina.

En una ocasión, Knorr apuntó con una pistola a la cabeza de su hija menor, Terry, y la amenazó con matarla.

En la autopsia posterior se determinó que Susan había desarrollado un tumor en uno de sus ovarios así como varias hemorragias internas producto del cruel trato que recibió ese día.

Un día, mientras ocurría una brutal discusión entre ambas, Theresa le propinaría un disparo a Susan en el pecho en un arrebato de furia.

Sin embargo, ocurriría un nuevo enfrentamiento entre ambas, donde Theresa le clavó unas tijeras en la espalda de Susan.

Su madre le dio una gran cantidad de alcohol y pastillas, con lo que estaría drogada mucho tiempo.

Debido al deteriorado estado del cadáver, Susan nunca pudo ser identificada a plenitud y fue clasificada como NN (Jane Doe#4873/84).

Knorr no trabajaba y recibía prestaciones por desempleo del estado de California.

Al principio, Knorr estaba satisfecho con este acuerdo debido a las grandes cantidades de dinero que ganaba Sheila, y le permitía salir de casa siempre que quisiera.

Sheila le dijo a Theresa lo que quería oír, pero aun así la mantuvo encerrada, acusándola de mentir.

El cuerpo de Sheila fue encontrado varios días después, pero estaba tan descompuesto que nunca fue identificado.

A Knorr le preocupaba que el olor y las pruebas físicas del armario pudieran implicarla en la muerte de Sheila.

Durante la noche, Terry tiró tres recipientes de líquido para encendedores en el piso y le prendió fuego.

Knorr se declaró inicialmente inocente, pero luego llegó a un acuerdo con la fiscalía tras enterarse de que su hijo Robert Jr.