Fue el primer neerlandés en ganar una etapa al Tour de Francia.
En 1938 ganó la séptima etapa y obtuvo un premio de 5.000 francos, mucho menos de lo que ganaba en las carreras de Flandes, por la cual cosa decidió no participar nunca más en el Tour y especializarse en las clásicas.
Su carrera fue interrumpida por la Segunda Guerra Mundial, en el transcurso de la cual se ganó la vida como contrabandista, pero fue cogido y encarcelado.
En 1946 un incidente mecánico le impidió ganar el Campeonato del Mundo.
En 1947, en Reims, consiguió ser el primer neerlandés en conquistar el Campeonato del Mundo de Ciclismo.