The National Anthem (Black Mirror)
[2] Posteriormente fue vinculado con un episodio, conocido como Piggate, atribuido al entonces Primer Ministro del Reino Unido David Cameron sucedido durante su juventud.Para ser liberada su captor exige al Primer Ministro que mantenga relaciones sexuales zoofílicas con un cerdo en directo y en televisión con una serie de especificaciones técnicas diseñadas para hacer que sea imposible falsificar la transmisión.Su equipo, encabezado por su asistente Álex Cairns (Lindsay Duncan), le informa que el comunicado publicado en YouTube ha sido bloqueado tras permanecer 9 minutos alojado pero que ha sido ampliamente descargado y difundido.Al poco comienzan a circular copias del vídeo en plataformas sociales como Facebook y Twitter.La historia sale a la luz inmediatamente y la opinión pública se vuelve contra Callow: la mayoría ahora exige que ceda al chantaje del secuestrador aunque su mujer Jane (Anna Wilson-Jones) le suplica que no lo haga.El edificio resulta ser un señuelo y una reportera, que ha enviado imágenes sexuales a uno de los integrantes del gabinete de crisis para conocer los planes del gobierno y obtener la exclusiva, es tiroteada durante la operación, haciendo que Callow pierda aún más apoyos.Después de haber sido informado de que su partido, el público y la Familia Real están exigiendo que cumpla la petición de rescate, y tras conocer que ni él ni su familia tendrán protección contra repercusiones si se niega, Callow accede a cumplir con lo exigido por el secuestrador.Ahora cualquiera puede subir un vídeo en YouTube, escribir un artículo crítico con algo e incluso utilizar Twitter para defender con pasión una causa.(...) Relacionado con ésta, aparece otra también importante: la presión colectiva que en los últimos años han favorecido las redes sociales.En condiciones normales, el Primer Ministro ni se habría planteado cumplir con las amenazas.Es como vivir en campaña, donde todo el mundo vigila tus movimientos, pero durante los cuatro años que dura la legislatura y amplificado por mil".Club otorgó una calificación A (la más alta) al capítulo reseñando: "Lo genial de Black Mirror es cómo se construye sutilmente, enganchándote sin siquiera cuestionar la locura de la premisa o cualquier pequeño fallo en el guion.La sátira es tan audaz que me dejó con la boca abierta y gritando.El creador de la serie y escritor del episodio Charlie Brooker negó tener ninguna vinculación con esas noticias,[11] aunque tanto esta historia como Black Mirror se convirtieron en temas populares de conversación.