Fue dirigida por Herbert Brenon y protagonizada por Florence Reed.
Brenon también la produjo y Lewis J. Selznick se encargó de la distribución.
El duque, que cree que es su amante, envenena a Gennaro, pero Lucrecia le administra el antídoto a tiempo y le salva la vida.
Luego planea envenenar a los cinco amigos de su hijo por el error cometido por sus padres.
Consternada, ella le ruega que tome el antídoto, pero él se niega y con furia venga a sus amigos apuñalando a Lucrecia.