El trabajo principal del proyecto fue pedir a los investigadores que firmaran una declaración en la que se comprometieran a no apoyar las publicaciones de Elsevier mediante la publicación, la revisión por pares o la prestación de servicios editoriales para estas revistas.[1] En los tiempos modernos, se esperaba que todos los investigadores entregaran a los editores copias digitales de su trabajo que no necesitaban más procesamiento; en otras palabras, se esperaba que el académico moderno realizara, a menudo de forma gratuita, las tareas tradicionalmente asignadas al editor, y para las cuales, tradicionalmente, al editor se le paga a cambio.[2] Los periodistas reconocen este evento como parte del precedente de la campaña The Cost of Knowledge.[5] Sin embargo, Lingua continúa existiendo en 2022,[6] aunque con un factor de impacto menor.[4][9][10] La "Declaración de propósito" del sitio web Cost of Knowledge explica que Elsevier fue elegido como foco inicial del descontento debido a un "sentimiento generalizado entre los matemáticos de que son los peores infractores".[11] La declaración menciona además "escándalos, demandas, cabildeo, etc." como razones para centrarse en Elsevier.[28] Apareció un sitio web llamado "The Cost of Knowledge", invitando a investigadores y académicos a declarar su compromiso de no enviar artículos a las revistas de Elsevier, no arbitrar artículos para las revistas de Elsevier y no participar en los consejos editoriales.[29][30] Además de Timothy Gowers, Ingrid Daubechies,[31] Juan J. Manfredi,[32] Terence Tao,[29] Wendelin Werner,[29] Scott Aaronson, László Lovász y John Baez se encuentran entre los firmantes.[37] Aunque no se mencionó el movimiento Cost of Knowledge, la declaración indicó la esperanza de que la medida "ayudaría a crear un clima menos acalorado y más productivo" para las discusiones en curso con los financiadores de la investigación.[40] Si bien los participantes en el boicot celebraron la caída del apoyo a la Ley de trabajos de investigación, Elsevier negó que su acción fuera resultado del boicot y afirmó que tomaron esta acción a pedido de los investigadores que no participaron en el boicot.
Caricatura sobre ''The Cost of Knowledge'' basada en el blog de Timothy Gower